La disfunción sexual en las mujeres existe y es común

Viernes, 01 de Julio de 2011 12:28
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No son un mito. Las llamadas disfunciones sexuales femeninas existen e impiden a muchas mujeres disfrutar de una vida sexual plena y feliz.

Unas veces se manifiestan como una abierta disminución del deseo sexual, otras, como una franca incapacidad para excitarse o alcanzar un orgasmo. Y aunque en menor medida, también hay casos de mujeres que experimentan dolor durante la actividad sexual.

¿Es cierto que estas disfunciones son más comunes en ellos que en ellas?

No. En ellas son, aunque cueste creerlo, más frecuentes. Se calcula que entre el 30 y el 40 por ciento de las mujeres a cualquier edad presenta algún tipo de disfunción. Lo que pasa es que consultan menos; pese a no tener una vida sexual satisfactoria, son más tolerantes y sumisas frente a este tema. Además, estas disfunciones no son físicamente evidentes, lo que sí ocurre con los señores.

¿Qué disfunción es más frecuente?

Las relacionadas con la falta de deseo y con la imposibilidad de alcanzar un orgasmo; ambas suelen estar relacionadas con alteraciones orgánicas, principalmente por déficit hormonal.

Dicen que seis de cada diez mujeres rara vez o nunca tienen orgasmos. ¿Es cierto?

Sí. A diferencia de lo que ocurre con los hombres, el orgasmo femenino es una fase muy compleja. Para llegar a él se requiere la confluencia armónica de tres condiciones óptimas: lo emocional y cultural, lo orgánico y la pareja.

¿Cuál de esos tres componentes falla más?

En materia de disfunción sexual femenina estamos como hace 30 años: todo se le atribuye, equivocadamente, a lo emocional. Poco a poco se va entendiendo que los problemas orgánicos y el papel que desempeña la pareja son determinantes.

¿Eso explica la disfunción selectiva?

Es obvio que si el compañero sexual es eyaculador precoz, tiene problemas de erección y se preocupa poco por lograr una buena comunicación erótica, la mujer tendrá dificultades para excitarse o alcanzar un orgasmo con esta persona en particular.

¿La respuesta sexual femenina es distinta a la masculina?

Fisiológicamente son parecidas; la diferencia está en los elementos que la disparan. Por ejemplo, en las mujeres los componentes emocionales y hormonales hacen que las reacciones sean diferentes ante el mismo estímulo; de hecho, la respuesta puede variar en la misma mujer de una época del mes a otra.

¿Es verdad que ellas se vuelven más apáticas en el sexo a medida que envejecen?

Sí, porque en ellas el deseo está relacionado con los cambios hormonales, que son drásticos a partir de la etapa perimenopáusica. Las enfermedades crónicas y sus tratamientos también pueden afectar su respuesta sexual, al igual que en los hombres.

¿Existe la eyaculación femenina?

Hay algo equivalente a la masculina; se trata de una producción de moco y secreción de las glándulas de Skene o uretrales. En fase de excitación y orgasmos plenos, pueden llegar a ser abundantes.

35 por ciento, en promedio, de las mujeres a cualquier edad presenta algún tipo de disfunción sexual, según José Miguel Silva. Lo que sucede es que ellas consultan mucho menos que los hombres.

Cuándo consultar con el médico
Es un error creer siempre que el problema es psicológico

Cuando la insatisfacción es persistente y se convierte en un obstáculo para vivir una vida sexual plena, es necesario consultar con un médico, quien hará un primer acercamiento al origen del problema. Hecho esto, decidirá qué especialista debe abordar el tema (un ginecólogo, un urólogo, un sexólogo, entre otros), y la remitirá. Es un error creer siempre que el problema es psicológico o que es normal vivir así. Cuando eso ocurre, no se estudia el tema y no se llega a un diagnóstico adecuado.

El especialista busca, en primer lugar, la potencial falla orgánica que esté causando la disfunción; hecho el diagnóstico, se adaptan los componentes hormonales para mejorar los niveles de excitación y deseo. En algunos casos es necesario complementar el tratamiento con psicoterapia, para mejorar el flujo erótico.

En qué quedó el 'viagra rosa'
Fármacos para hombres tendrían efectos en ellas

Hace un año, la Administración de Fármacos y Alimentos (FDA), de Estados Unidos, negó la solicitud de comercialización de la flibanserina, molécula que empezó a conocerse como el 'viagra rosa'.

Aunque esta prometía mejorar el apetito sexual de todas las mujeres afectadas por el trastorno de deseo sexual hipoactivo, varias de ellas, participantes de algunos ensayos clínicos, se quejaron no solo de su baja eficacia, sino de los efectos secundarios que generaba, como depresión, fatiga y desvanecimientos.

Por esa razón, se ordenó la suspensión de todos los estudios.

Algunos expertos dicen que los actuales fármacos para la disfunción sexual masculina sí tienen algunos efectos favorecedores en la excitación femenina.

Al parecer, logran mejorar la lubricación y aumentar el flujo sanguíneo a nivel vaginal y clitoriano.

Sin embargo, no mejoran el orgasmo ni el nivel de deseo. Tampoco se aconseja su uso sin consultarle previamente a un médico.

Causas del bajo deseo serían físicas

Investigadores de la Universidad Estatal de Wayne (EE. UU.) descubrieron que las mujeres con problemas persistentes de baja libido tendrían diferencias en la forma como funciona su cerebro. Para Michael Diamond, director del estudio, esto demostraría que el bajo deseo sexual es un problema físico. Tras comparar imágenes de resonancia magnética funcional de los cerebros de 19 mujeres con el trastorno con las de otras siete sin el problema -obtenidas mientras veían videos eróticos-, se halló que en las últimas subió la actividad de las cortezas insulares (involucradas en el procesamiento de la emoción).

JOSÉ MIGUEL SILVA
Médico urólogo del Hospital Universitario San Ignacio, U